Sacarse punta
Tomo notas inspiradoras con un bolígrafo, o con un lápiz colocado junto al ordenador, sobre un cuaderno escolar de rayas.
Al lápiz hay que sacarle punta de vez en cuando, lo que constituye una actividad artesanal que sirve también para la reflexión. Pero la diferencia mas notable entre el y el bolígrafo es su modo de perecer.
El bolígrafo no cambia de apariencia, ni siquiera cuando se encuentra en las ultimas, deja un cadáver tan curioso que nadie diría que esta muerto, si no fuera porque no pinta nada ya, aunque resucite a veces de improvisto y trace un par de lineas, incluso un párrafo, antes de volver a expirar. Continuación... del relato inspirador.
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